Conexiones Ilegales, Consecuencias y Obstáculos para la Regularización: Soluciones Innovadoras para una Distribución de Energía Eficiente
Conexiones ilegales: consecuencias y obstáculos para la regularización
La distribución eficiente de energía eléctrica es esencial para el funcionamiento de cualquier sociedad moderna. Sin embargo, en muchos lugares del mundo, la proliferación de conexiones ilegales y fraudes energéticos representa un desafío significativo para las empresas de servicios públicos. En Panamá, el hurto de energía es un problema extendido que afecta gravemente al sector energético.
Impacto en la red eléctrica y en la seguridad: La manipulación ilegal de la red eléctrica por parte de terceros no solo compromete la calidad del servicio, sino que también representa serios riesgos para la seguridad. Las sobrecargas, bajones y apagones causados por estas conexiones pueden dañar transformadores y electrodomésticos, y en el peor de los casos, provocar incendios, quemaduras y electrocuciones tanto a personas como a animales, resultando en tragedias.
Consecuencias legales y económicas: Además de los peligros físicos, el hurto de electricidad es un delito sancionado por la ley, afectando tanto a quienes se benefician del mismo como a quienes facilitan las conexiones ilegales. Las penas pueden incluir sanciones administrativas, como el cobro del valor de la energía hurtada más un 10% de multa por parte de la empresa distribuidora, y sanciones económicas adicionales impuestas por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP). Además, el Código Penal establece penas de prisión de uno a cinco años, con agravantes para técnicos facilitadores y reincidentes. Los culpables también pueden ser obligados a indemnizar a la compañía eléctrica por el daño causado.
Afectaciones en la calidad: El hurto de energía deteriora notablemente la calidad de la luz en las áreas de concesión, causando apagones y fluctuaciones que afectan a consumidores domésticos e industriales, dependientes de un suministro constante y confiable. Esta práctica ilegal no solo pone en riesgo la seguridad pública, sino que también genera pérdidas económicas que perjudican tanto a las empresas eléctricas como a los consumidores legales.
La normalización eléctrica es un objetivo fundamental para ENSA, quien está comprometida a promover la legalidad, implementando soluciones creativas y efectivas. En los últimos 3 años, ENSA ha invertido más de $2.8 millones de dólares para alcanzar la regularización del servicio eléctrico. Además, ha trabajado para extender la electrificación a nuevas comunidades dentro de sus zonas de concesión, asegurando que más personas tengan acceso a un suministro eléctrico seguro y confiable.
Superando desafíos con soluciones creativas
Esta práctica ilegal no solo perjudica al sistema energético, sino que también impone un sobrecosto del 1.5% en las tarifas de los clientes. Para mitigar este impacto negativo, implementamos diversas estrategias y tecnologías avanzadas con el objetivo de reducir significativamente estas acciones.
Construyendo Puentes de Confianza: Para abordar esta problemática, ENSA se mantiene en constante comunicación a través de sus diversos canales de atención al cliente, implementando la transparencia como uno de sus valores, involucrando a la comunidad en la planificación y toma de decisiones de sus proyectos. Además de fomentar la educación sobre energía, su uso eficiente y la diversificación de sus fuentes para garantizar un suministro sostenible y confiable, motivando a reducir la resistencia social y promoviendo un sector eléctrico más inclusivo y participativo.
Campañas educativas para promover la legalidad energética: Con el objetivo de fomentar una cultura de cumplimiento y dar visibilidad sobre los riesgos que implican las conexiones ilegales. Para ENSA, esta estrategia ha permitido que más de 3,000 clientes provenientes de comunidades lograrán legalizarse en los últimos 3 años. Entre las más importantes La Bendición del corregimiento de Pacora y Madre Vieja en el distrito de Chepo.
Empoderamiento Tecnológico: La adopción de tecnología avanzada, como los medidores inteligentes, está revolucionando la forma en que se monitorea y gestiona la red eléctrica. Estos dispositivos proporcionan datos en tiempo real que permiten una detección temprana de irregularidades y una respuesta más rápida a los problemas de conexión, beneficiando tanto a proveedores como a consumidores. Estos dispositivos facilitan una facturación más precisa y eliminan la necesidad de lecturas manuales. Además, los medidores inteligentes permiten a los usuarios monitorear su consumo de energía de forma más detallada, lo que les ayuda a identificar áreas de mejora en la eficiencia energética y a tomar medidas para reducir su factura eléctrica. Para los proveedores de energía, los medidores inteligentes permiten una gestión más eficiente de la red eléctrica, reduciendo las pérdidas y mejorando la planificación de la demanda.
Modernización Infraestructural: ENSA, con una inversión de más de 18 millones de dólares en los últimos años, ha implementado infraestructuras robustas y resistentes con el fin de sentar las bases para una red eléctrica más confiable y resistente al fraude. Desde la instalación de cables blindados hasta la puesta en marcha de sistemas de seguridad avanzados, fortaleciendo la integridad de la red para que no pueda ser manipulada fácilmente.
Trabajando en conjunto por un futuro energético más seguro y eficiente
A pesar de los desafíos, la implementación de programas de bloqueo en redes eléctricas está avanzando gracias a enfoques innovadores y colaborativos. Al trabajar en estrecha colaboración con las comunidades, aprovechar la tecnología de vanguardia y modernizar la infraestructura, las empresas están allanando el camino hacia un futuro energético más seguro y eficiente para todos.